martes, 4 de marzo de 2014

Sintonizando con las estrellas

Al pie de ese frondoso arbusto improvisaría la cama, atada a las ramas o sujeta al suelo.
Espanto mosquitos de palabra, atrapo el calor de mi cuerpo con alguna manta y me aventuro en ese atrapante e infinito cielo hasta que me case el sueño. Una y otra vez. Que feliz sería en un lugar así.

jueves, 23 de mayo de 2013

Escalas del tiempo


En el infinito techo del cielo, planetas, satélites, cometas y soles luminosos gozan de eterna salud. Se ríen del paso del tiempo que avanza a paso de caracol.
En el espacio finito de los mundos, el tiempo azota como látigo. Viaja en rayo y en una desatada carrera vivaz convierte a sus pasajeros en gráciles burbujas de jabón.
Locas chispitas en el aire que danzan, chocan y se abrazan, vuelan, se arrastran y corren fugaz.

viernes, 22 de febrero de 2013

Noche mágica de verano


En esta noche mágica de verano,
de brisa fresca, balsámica,
que sopla un suave presagio otoñal,
si conservaría un catre,
lo estamparía en mi patio
bajo el oscuro manto estelar,
y acurrucado con una manta
por la luz de la luna me dejo abrazar,
con el susurro de las estrellas
mi voz canta, danza y se funde con las demás,
y con la pincelada de un cometa fugaz,
mis sentidos se dejan embelesar.

martes, 14 de agosto de 2012

Matanza y tolerancia cero

La policía neoyorkina, racistas si las hay, y al más puro estilo far west, cocinó a plomo limpio a un hombre fuertemente armado con un cuchillo que a la distancia  amenazaba a los uniformados y desafiante les espetaba: shoot me, shoot me! (dispárenme, dispárenme). Los guardianes del orden y de la ley no titubearon e inmediatamente hicieron caso al pedido. Una tras otras las siete de las doce balas escupidas por las humeantes pistolas, con rabia y determinación desmembraron la carne del acribillado.


 

En la ciudad donde rige la tolerancia cero y que pertenece a un país que tiene devoción por las armas de fuego y les rinde culto, en donde andar masacrando gentes de a montones está muy en boga, Darrys Kennedy de 51 años de edad, en plena luz del día y con un Time Square devenido en un juzgado improvisado con testigos ocasionales y en donde las balas fueron las únicas que hablaron, en un brevísimo juicio fue declarado culpable y ejecutado por desobedecer a la ley, portación ilegítima de cuchillo, faso de marihuana y contrabando de piel. El pobre infeliz que tuvo la desgracia de ser, negro era.


Michael Bloomberg, el blanquísimo Alcalde de la ciudad de Nueva York, de la matanza dijo: “fue un incidente desafortunado”. Toc! Toc! Caso cerrado.


miércoles, 9 de mayo de 2012

Pensador viajero


Absorto en mis pensamientos
y embarcado en un carrusel viajero
me había echado a caminar.
De repente y sin noción del tiempo
la noche me sorprendió.
Y ahí estaba,
escuchando el canto de las sirenas,
el estampido de las rotas olas,
contemplando las estrellas,
bañándome con su luz.

miércoles, 2 de mayo de 2012

El gallo santiagueño


Santiago del Estero, tierra del canto y de sanas y mansas costumbres, es el único lugar en donde los gallos no anuncian alegres el nuevo día con sus sonoros graznidos. Se desperezan después de la siesta y  tras la cena sus gargantas están de fiesta.

sábado, 10 de marzo de 2012

Marinero de otro mar


Que tiene ese lugar
a donde todos van,

en donde yo no me siento cómodo
y tampoco deseo estar.
Como marinero que busca el destino
aturdido parto a otros rumbos,
extraviado nado en la bruma
yo soy navegante de otro mar.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Emerindo Estrada: vida y obra de un cagador


Emerindo Estrada, hombre sin título y de mil oficios, dormía siempre con un ojo entreabierto para poder salvar su pellejo. La vida lo había tratado mal últimamente y apretado por las tripas y el hambre, la desesperación y la necesidad extorsionaron al pobre obligándolo a convertirse en un truhan, en un chanta, en un cagador para poder sobrevivir.
Con el tiempo se había ganado más enemigos que los habitantes que habían en la pequeña comunidad. Le era difícil andar sin ser descubierto y sin que ningún estafado lo apuntase con el dedo simulando ser revólver o con el mismísimo revólver al estafador. Se la tenían jurada.
Bajar la guardia no le estaba permitido, dormir era un lujo que no se podía dar y quedarse quieto era suicida. Cuando su cuerpo de tanto correr se desplomaba, el sagaz de Emerindo Estrada antes de desfallecer sobre el improvisado campo de batalla, sabía por que pasadizo escapar cuando el peligro le silbara el pescuezo. Un mal día, desparramado bajo unas chapas olvidadas y oxidadas que le daban cobija, unos de sus ojos que siempre estaba alerta lo traicionó por trabajo forzado, esclavitud y abuso de autoridad. Por derecho al descanso o por negligencia ocular, el astuto ojo se desplomó y al unísono entro en sana comunión con el otro remolón. Por vez primera el cansancio lo había vencido. Para las hienas la mesa estaba servida. Era un hombre muerto con su corazón dando falsos latidos. El cielo repentinamente se puso negro y en las inquietas nubes los refucilos serpenteaban dejando estelas de mil viboritas, dando aviso de que la tormenta acechaba peligrosa y mortal. El viento húmedo lanzado por la tempestad olía a agua y a tierra mojada, a sangre y a destino fatal. No era ningún improvisado el gran escapista y siempre tenía cebos y recursos en su campiña de batalla. Bajo su refugio, en amplio perímetro un gran colchón de hojas secas le hacían de alarma. El truhan de Emerindo dormía fulminado junto a todos sus sentidos insurrectos declarados en huelga. Bajo la incipiente tormenta, unos pasos que traían peligro se hicieron presentes. La alarma que bajito crepitaba bajo los misteriosos pies apenas sonaba. El fugitivo del peligro ni sospechaba. Dormía de costado y acurrucado como en posición fetal. Crac, crac, crac, las hojas secas se resquebrajaban. Las primeras gotas comenzaron a caer como azotes dando aviso en las compungidas chapas. Ya era tarde para intentar escapar. El enemigo ya lo apuntaba. Un frío objeto posado verticalmente sobre su sien terminó violentamente con la huelga de todos sus sentidos. Abrió sus ojos a velocidad de rayo junto con su ajetreado corazón que en su pecho le dio un fuerte topetazo de miedo y alerta, pero antes de que su cuerpo entrara en reacción, un relámpago encendió en llamas los cielos secundado por el reventón del trueno junto al estrépito del cañonazo mortal.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Un mensaje interestelar


¿Una gran explosión?
¿¡Un Big Bang!?
¿Antes la nada?
¿Estuvo siempre ahí?
¿Un volver a empezar en un repetitivo cíclico infinito universal?

Estas y otras más, son preguntas que queremos contestar,

porqué después quizás, ya no podremos estar.

Somos como estrellas fugaces, que brillan por un instante.
La naturaleza nos enseñó

que una especie extinta no renace de nuevo,
dando a lugar, para que otras tengan su oportunidad.
Nos guste o no, el Cosmos nos atrapó por azar,

en una diminuta burbuja celeste,
que presa del destino deambula

en un frío mar abisal, oscuro y agreste,

que entre sus gigantes olas, agita, pasea e ignora

a todos sus pasajeros excéntricos y rebeldes.
Somos material del Cosmos
contemplándonos a nosotros mismos.
Desde nuestro humilde lugar que nos toca ocupar,
al espacio lanzamos un grito esperanzador,

que viajan en sondas de radio y espaciales,
avisando que no somos especiales,
diciendo que aquí estamos, impacientes,
esperando respuestas a nuestros llamados.
Queremos saber si hay vida allá afuera,
en este insondable Universo, lleno de planetas hermanos,
que por más que agitemos las manos,
por ahora se muestran mudos, misteriosos y lejanos.

¡Ey, hola!

Esta en nuestra Galaxia

¡Somos de la Vía Láctea!

lunes, 28 de noviembre de 2011

Sobre Júpiter y la vida en la Tierra




Júpiter, además de ser el planeta más grande de nuestro Sistema Solar, actúa y actuó siempre como un gran escudo protector, ya que su tremendo poder gravitatorio fue esencial para que pueda haberse desarrollado vida en la tierra, atrayendo y desviando de sus órbitas a peligrosos asteroides que puedan traer consigo riesgos de colisión directa con nuestro planeta. De no ser así, el bombardeo constante de asteroides hubiese hecho imposible el desarrollo de cualquier forma de vida. Júpiter es un gigante gaseoso compuesto por nitrógeno y helio, las sustancias que más abundan en el Universo. El planeta es tan grande, que podrían caber unas mil Tierras en su interior. Según los expertos, por su composición resultó ser un astro fallido, que por circunstancias que se desconocen y que aún hoy se estudian, terminó convirtiéndose en un planeta, cuando iba camino a convertirse en una estrella. A ciencia cierta, aún no sabemos nada de su núcleo, composición y tamaño. Su lugar que ocupa en el Sistema Solar fue clave para la formación de los planetas tal cual hoy los conocemos, ya que su poder gravitatorio sirvió para equilibrar planetas y órbitas cuando estaban en formación. El Sol, hace unos cuatro mil millones de años atrás, tenía una luminosidad de un 30% inferior a la que hoy tenemos, en donde la temperatura en la Tierra estaba por debajo del punto de congelación del agua. Dentro de unos cinco mil millones de años más, brillará y calentará tanto la superficie del planeta que hará hervir los océanos convirtiendo al planeta en una caldera. Su vida llegará a su fin cuando haya agotado todo su combustible interno, convirtiéndose en una gigante roja y engullendo y destruyendo quizás a todos los planetas del Sistema Solar. Todas estas vicisitudes azarosas cósmicas mencionadas y un sin fin más intrínsecas relacionadas con nuestro planeta, hicieron posible el desarrollo de todo tipo de formas de vida en nuestro mundo, acaecidas hace unos cuatro mil setecientos millones de años aproximadamente, proceso evolutivo que una vez puesto en marcha nunca se detuvo y que está en evolución constante, con cientos de miles de especies que luchan día a día por la supervivencia de sus congéneres, tratándose de adaptar al medio en el que viven para no extinguirse.

domingo, 2 de octubre de 2011

La mini

La mini, gatita negra ella y de delicadas puntitas blancas, un día cayó del techo por sana travesura o negligencia de su mamá gata. Huérfana de madre, papá la adoptó y el romance pronto floreció. Se buscaban y se mimaban a todo momento, con caricias de él hacia ella y con ronroneos y besos recíprocos de ella hacia él. Puro amor.
Todos los días la gatita hacia gala de su huraña felinidad (…) No le gustaba ser molestada y tampoco nunca a nadie molestó.
Por instinto innato, sabía de su condición en la casa, donde también convivía con la Polka, de condición perra ella y dogo argentino de raza. Perros que de nacimiento vienen al mundo con el maléfico mote impreso de “asesinos”, pero por capricho de la naturaleza o por error de imprenta, la Polka, tan buena como Lassie, no mataba ni a una mosca.
También de chiquitita la Polka como a su hermanita la quiso adoptar, pero la mini jamás traicionó a sus instintos y nunca la quiso aceptar. Sentía que no podía, que no debía. Sus sabios genes así le decían. Astuta, a la perra a la distancia siempre la tenía, porque sabía que el peligro en cualquier momento se le venía. De reojo la miraba y a cualquier aproximación intencionada o dudosa, de un brinco disparaba.
Cuando papá murió, la mini mucho lo sintió. Lo buscaba y lo buscaba y detrás de cada puerta lo esperaba, pero ya nunca lo encontró. La casa quedó lúgubre, llena de recuerdos y la tristeza a todos nos invadió. La gatita quedó con la familia, pero ella huérfana para siempre se sintió. Solitaria pasó su vida entre reconfortables sillones, cálidos muebles y silenciosos techos testigos de interminables soles y de lunas, y sin querer ser mimada por otro que no haya sido papá, quien fue para ella su verdadero amor, su padre que de chiquita la acunó y que de la muerte la rescató. Hace poco la mini se enfermó y la pobre sufriendo se murió. Hoy la casa también se siente huérfana, porque vacía de ella se quedó, y porque una integrante de la familia partió.

(A mi hermana Graciela, con cariño)

sábado, 24 de septiembre de 2011

Los libros y el tiempo

Un libro olvidado por la historia y las gentes, deshojado de añoso, apesadumbrado de tanto esperar y con la boca seca de tanta sed por atragantados palabreríos, obligado duerme en una biblioteca llena de tránsito. Quejoso mudo él se reusa a jubilarse. Quiere ser despertado porqué está lleno de cosas para contar, y en sus adentros espera de nuevo ser re descubierto para que otros descubran lo que él hace mucho tiempo ya descubrió.

(Para Gustavo Retamoso. Con afecto. Espero un día el destino nos vuelva a unir en algún lugar pletórico de letras y palabras mundanas en donde supimos compartir gratos momentos rodeados de libros y literatura, vicio que compartimos y pasión que abrazamos. Se los va a extrañar estimado. Enormemente)

martes, 20 de septiembre de 2011

Por el Cosmos yo quisiera viajar


Cuando me toque partir,
a una nube no quisiera subir,
ni seres mágicos me interesarían descubrir.
A una estrella me gustaría abrazar,
y por el Cosmos poder viajar
entrelazado en una infinita cadena de átomos,
en un eterno viaje interestelar.
Acoplarme a un cometa, e ignotos mundos visitar,
cuásares pulular y con púlsares y estrellas poder danzar,
infinitamente, para toda la eternidad.

(Dedicado a mis amigos Carlos M. Gómez Zanni, Karl Stulberg, Gustavo Camicia, Pablo Herrera, Malena Quaglino y Alejandra, quienes comparten conmigo iguales creencias y la misma pasión. A mi papá Alfredo, fusionado a una estrella o a donde quiera que esté, con todo el amor del mundo, el fana)

martes, 13 de septiembre de 2011

De libros y de amores


Todas las noches, y aunque sea de a pedacitos, siento el deseo de estar con ellas, de tenerla entre mis manos, de acariciarlas suavemente con las puntas de mis dedos, mimarlas y cautivarme con su fino y distintivo perfume que sabe a madero y leño. Contemplarlas de lado a lado y de arriba a abajo, deleita, enamora y desata pasiones desesperadas a las que no escapan corazones ni neuronas, y arrebatarle caricias sutiles con cada vuelta de hoja, es un acto de amor del más puro y sincero. Uno quiere cumplir al estar en su compañía, como el sano compromiso que uno siente con quien ama. Ellas no sienten celos de las demás, ni pueden expresar sentimientos, pero embelesan a quienes las contemplan con ávidos ojos de curiosidad y sed de saber, de aprender. Ellas, o ellos, las obras, los libros, son como una mujer, no se comparten ni se prestan, se las mezquina y se las cuida, como un preciado tesoro quienes muchos desean arrebatar.

martes, 9 de agosto de 2011

Cuando tú te haces desear, chirusa!


Estabas allí, parada, rebelde, indómita y sola ya cuando la resabiada noche se moría sin luna y embriagada de anécdotas ya. Tus dorados cabellos llovidos sobre tus hombros, mirada adusta, ojos sin rostro, un brazo apilado sobre el otro. Entre muchos esperando a alguien o a nadie. Sosegado pasé la puerta. Atrás quedaste tú, sin destino yo. Nos fuimos los dos, se fueron todos. El alba bañaba las nubes de tenue luz, presagiando un nuevo día. El mundo gira y gira, la vida es corta, se nos va..

domingo, 26 de junio de 2011

Anécdota

A papá no le gustaba mucho ver TV, y el desembarco de Internet por poco sepulta en casa a la caja boba. Pero en la pantalla chica él tenía una debilidad: ver por las noches al desaliñado y cerebral detective Columbo, interpretado magistralmente por el célebre actor Peter Falk. Cuando absorto se sentaba a ver la serie, estaba prohibido respirar y las moscas no tenían derecho al vuelo.

martes, 21 de junio de 2011

Relato corto


Parado en una esquina céntrica de la ciudad esperando a cruzar la calle, repentinamente sentí el muslo húmedo, como lastimado pero sin sentir dolor. Ví una oscura mancha en el bolsillo derecho del pantalón y dubitativo metí la mano. Sentí el cuerpo frío de la víctima y la sujeté tímidamente. Pronto los dedos se sintieron mojados, viscosos, temerosos. Lentamente saqué la mano empapada en sangre azul, como si a la muerta lapicera la hubiesen matado de un balazo.

sábado, 18 de junio de 2011

El teatro del bien y del mal


A mis rebeldes neuronas ahora se les dieron por imitar a los osos. Se pusieron a invernar. No moleste.
Les dejo esta sublime nota escrita con la inigualable pluma de ese gran escritor uruguayo llamado Eduardo Galeano. Que la disfruten.

Eduardo Galeano

25/09/2001

En la lucha del Bien contra el Mal, siempre es el pueblo quien pone los muertos. Los terroristas han matado a trabajadores de cincuenta países, en Nueva York y en Washington, en nombre del Bien contra el Mal. Y en nombre del Bien contra el Mal, el presidente Bush jura venganza: Vamos a eliminar el Mal de este mundo, anuncia. ¿Eliminar el Mal? ¿Qué sería del Bien sin el Mal? No sólo los fanáticos religiosos necesitan enemigos para justificar su locura. También necesitan enemigos, para justificar su existencia, la industria de armamentos y el gigantesco aparato militar de los Estados Unidos. Buenos y malos, malos y buenos: los actores cambian de máscaras, los héroes pasan a ser monstruos y los monstruos héroes, según exigen los que escriben el drama.

Eso no tiene nada de nuevo. El científico alemán Werner von Braun fue malo cuando inventó los cohetes V-2, que Hitler descargó sobre Londres, pero se convirtió en bueno el día en que puso su talento al servicio de los Estados Unidos. Stalin fue bueno durante la Segunda Guerra Mundial y malo después, cuando pasó a dirigir el Imperio del Mal. En los años de la guerra fría, escribió John Steinbeck: Quizá todo el mundo necesita rusos. Apuesto a que también en Rusia necesitan rusos. Quizá ellos los llaman americanos. Después, los rusos se abuenaron. Ahora, también Putin dice: El Mal debe ser castigado. Saddam Hussein era bueno, y buenas eran las armas químicas que empleó contra los iraníes y los kurdos. Después, se amaló. Ya se llamaba Satán Hussein cuando los Estados Unidos, que venían de invadir Panamá, invadieron Irak porque Irak había invadido Kuwait. Bush Padre tuvo a su cargo esta guerra contra el Mal. Con el espíritu humanitario y compasivo que caracteriza a su familia, mató a más de cien mil iraquíes, civiles en su gran mayoría. Satán Hussein sigue estando donde estaba, pero este enemigo número uno de la humanidad ha caído a la categoría de enemigo número dos. El flagelo del mundo se llama, ahora, Osama Bin Laden. La CIA le había enseñado todo lo sabe en materia de terrorismo: Bin Laden, amado y armado por el gobierno de los Estados Unidos, era uno de los principales guerreros de la libertad contra el comunismo en Afganistán. Bush Padre ocupaba la vicepresidencia cuando el presidente Reagan dijo que estos héroes eran el equivalente moral de los Padres Fundadores de América. Hollywood estaba de acuerdo con la Casa Blanca. En esos tiempos, se filmó Rambo 3: los afganos musulmanes eran los buenos. Ahora son malos malísimos, en tiempos de Bush Hijo, trece años después.

Henry Kissinger fue de los primeros en reaccionar ante la reciente tragedia. Tan culpables como los terroristas son quienes les brindan apoyo, financiación e inspiración, sentenció, con palabras que el presidente Bush repitió horas después. Si eso es así, habría que empezar por bombardear a Kissinger. El resultaría culpable de muchos más crímenes que los cometidos por Bin Laden y por todos los terroristas que en el mundo son. Y en muchos más países: actuando al servicio de varios gobiernos norteamericanos, brindó apoyo, financiación e inspiración al terror de estado en Indonesia, Camboya, Chipre, Irán, África del Sur, Bangladesh y en los países sudamericanos que sufrieron la guerra sucia del Plan Cóndor.

El 11 de setiembre de 1973, exactamente 28 años antes de los fuegos de ahora, había ardido el palacio presidencial en Chile. Kissinger había anticipado el epitafio de Salvador Allende y de la democracia chilena, al comentar el resultado de las elecciones: No tenemos por qué aceptar que un país se haga marxista por la irresponsabilidad de su pueblo. El desprecio por la voluntad popular es una de las muchas coincidencias entre el terrorismo de estado y el terrorismo privado. Por poner un ejemplo, la ETA, que mata gente en nombre de la independencia del País Vasco, dice a través de uno de sus voceros: Los derechos no tienen nada que ver con mayorías y minorías. Mucho se parecen entre sí el terrorismo artesanal y el de alto nivel tecnológico, el de los fundamentalistas religiosos y el de los fundamentalistas del mercado, el de los desesperados y el de los poderosos, el de los locos sueltos y el de los profesionales de uniforme. Todos comparten el mismo desprecio por la vida humana: los asesinos de los seis mil seiscientos ciudadanos triturados bajo los escombros de las torres gemelas, que se desplomaron como castillos de arena seca, y los asesinos de los doscientos mil guatemaltecos, en su mayoría indígenas, que han sido exterminados sin que jamás la tele ni los diarios del mundo les prestaran la menor atención. Ellos, los guatemaltecos, no fueron sacrificados por ningún fanático musulmán, sino por los militares terroristas que recibieron apoyo, financiación e inspiración de los sucesivos gobiernos de los Estados Unidos. Todos los enamorados de la muerte coinciden también en su obsesión por reducir a términos militares las contradicciones sociales, culturales y nacionales.

En nombre del Bien contra el Mal, en nombre de la Única Verdad, todos resuelven todo matando primero y preguntando después. Y por ese camino terminan alimentando al enemigo que combaten. Fueron las atrocidades de Sendero Luminoso las que en gran medida incubaron al presidente Fujimori, que con considerable apoyo popular implantó un régimen de terror y vendió el Perú a precio de banana. Fueron las atrocidades de los Estados Unidos en Medio Oriente las que en gran medida incubaron la guerra santa del terrorismo de Alá. Aunque ahora el líder de la Civilización esté exhortando a una nueva Cruzada, Alá es inocente de los crímenes que se cometen en su nombre. Al fin y al cabo, Dios no ordenó el holocausto nazi contra los fieles de Jehová y no fue Jehová quien dictó la matanza de Sabra y Chatila ni quien mandó expulsar a los palestinos de su tierra. ¿Acaso Jehová, Alá y Dios a secas no son tres nombres de una misma divinidad? Una tragedia de equívocos: ya no se sabe quién es quién. El humo de las explosiones forma parte de una mucho más enorme cortina de humo que nos impide ver. De venganza en venganza, los terrorismos nos obligan a caminar a los tumbos. Veo una foto, publicada recientemente: en una pared de Nueva York, alguna mano escribió: Ojo por ojo deja al mundo ciego. La espiral de la violencia engendra violencia y también confusión: dolor, miedo, intolerancia, odio, locura. En Porto Alegre, a comienzos de este año, el argelino Ahmed Ben Bella advirtió: Este sistema, que ya enloqueció a las vacas, está enloqueciendo a la gente. Y los locos, locos de odio, actúan igual que el poder que los genera. Un niño de tres años, llamado Luca, comentó en estos días: El mundo no sabe dónde está su casa. El estaba mirando un mapa. Podía haber estado mirando un noticiero.

http://www.apc.org/english/rights/newsmonitor/opinion.shtml?sh_itm=721ae341659652d723a9c32b1a555a24

domingo, 24 de abril de 2011

Inspiración y sentimiento


Inspiración…, a lo largo de los siglos
y desde tiempos remotos,
millones alguna vez la tuvieron.
Nace en el momento, como sin esfuerzo y de forma espontánea.
Ha tocado a escultores y pintores, a oradores y escritores,
a arquitectos y constructores, y hasta ignotos entusiastas.
Yo no tengo musa que me inspire, ni nada que me obligue
a plasmar mis pensamientos.
Solo hay algo que me inspira, es el calor de mis afectos
y ese loco amor apasionado que yo siento
por la literatura y la escritura.
Tomo la pluma, la siento entre mis dedos,
la lámpara, la hoja, la tinta y yo,
la sangre literaria por mis venas y una historia original.
Hacerlo me hace feliz, escribir me embriaga el alma,
me nace desde adentro y con eso me contento.
Yo no copio ni tampoco imito,
tengo mi voz propia y expreso lo que siento,
por más que a muchos les irrite,
lo que me dictan mis sentimientos.
¡Al diablo con mis detractores!
¡Yo escribo para mis lectores!
Me inspira la literatura y también me inspiran mis amigos,
que me miman y me animan,
en cada uno de los momentos.
El relato no se explica, se lo siente y fluye desde adentro,
pues yo puedo decirles,
¡Que escribir es un sentimiento!

[Dedicado a mis fieles seguidores, a todos los que sienten el relato
y la literatura como yo, y especialmente a mi amigo Karl
]

sábado, 16 de abril de 2011

Yo busco

Yo no elijo a una mina, por la facha y por la pinta.
No cambio brillo por intelecto, ni apariencia por sapiencia.
No comulgo con lo fashion, lo mundano y lo falso.
Tengo los pies sobre la tierra y soy soñador en mis sueños.
Las hadas viven en los cuentos y yo escapo a esas fantasías,
que te hacen soñar despierto y te atrapan en un sueño eterno.
Yo busco el calor que emana, un corazón romántico y verdadero,
y no el fulgor de una estrella, que hoy ilumina y mañana olvida.
La razón es mi mejor aliada y el corazón al lado acompaña,
marcando paso el primero, para guiar al ingenuo compañero,
que sabe mucho de amores, pero muy poco de razones.
No soy soñador de la vida, y no quiero vivir de los sueños.
Tengo los pies en la tierra, y yo busco un corazón sincero.

(El fana también tiene sentimientos. Es duro como la roca
y machaca como el mortero, pero jamás se deja pegar,
ni con el pétalo de una rosa, ni con las hojas de un tunal)

lunes, 21 de marzo de 2011

Amor incomprendido




Dicen que la noche es mágica, mística y romántica. Cuando el sol después de su labor se oculta en el Oeste arrastrando consigo su fulgor, el despacito baja su telón, poniendo fin a su función, dando paso con caballerosidad para que entre en acción la romántica y frenética luna, reina entre las reinas y dueña absoluta de la noche, que con su tenue e hipnótica luz, ilumina los senderos, alumbra las pasiones, enciende los amores y alborota los corazones. Yo siento que a la noche no le pertenezco y que soy un colado en su función. Ella me duerme y yo le aburro indiferente, como a un lector las poesías de un poeta errante que busca satisfacción en donde otros se divierten. De noche la contemplo y no me canso de mirar, tanta inmaculada belleza. Ella me es como un amor imposible, platónico y eterno, a quien deseo por siempre amar, pero sin entrar en su lecho.

domingo, 20 de marzo de 2011

¡¡A la carga mis piratas!!


Hay recesión económica mundial. A pesar de la crisis, la General motors vende autos como caramelos vende un kiosco escolar. Hay escasez de combustible en el lejano Oeste, como así también pocos conflictos que les impiden vender armas para apaciguar su languideciente economía. Los líderes Europeos no son la excepción a la asfixiante y caótica crisis internacional. El acuciante indicador rojo titilante que marca que las arcas están en reserva, dan claros indicios de que si no se orquesta un nuevo polvorín en el mundo, habrá más hambre y más miseria en las tierras de las maravillas. El flamante premio Nobel de la paz Barack Obama, de bastón y galera estrena investidura orquestando una nueva “guerra” con sus viejos aliados del Este, ésta vez contra el tirano dictador Libio Khadafi, perejil de turno, quien a diferencia del otro ex dictador egipcio Mubarak, que por cierto era riquísimo en arenas y piezas de museo, este posee oleoductos y petróleo suficiente como para empachar y atragantar a varios peces gordos de un solo bocado. Para ser exactos, Libia es dueña de una gigantesca reserva de unos 46 mil millones de barriles de crudo liviano. Leyó bien. Tamaño despliegue aéreo y marítimo por parte de los rapaces de la OTAN, quedan plenamente justificados. Operación "Liberación", las pelotas. A ninguno de ellos les importa un rábano la vida de un Libio, Iraki, Afgano y la de otros nadies. A esta altura y con todo lo que hemos aprendido de las invasiones capitalistas a lo largo y ancho de toda la historia, o hay que ser muy ingénuo en seguir creyendo que las supuestas invasiones son con fines liberadores, o muy hijo e puta. Una de dos. Al endriago capitalista, hace un tiempo ya que se le cayó la careta. Estos líderes desvergonzados que cínicamente se hacen llamar demócratas y liberales, andan condenando los conflictos bélicos por los cuatro puntos cardinales del globo, y a dictadores por crímenes de lesa humanidad, por tener la osadía de andar matando rebeldes civiles insurrectos con las mismas armas que ellos subrepticiamente les venden. Estos religiosos por conveniencia y no por obediencia, antes de lanzarse al ataque, impávidos con una mano sostienen la Biblia y con la otra cargan el garfio. En el mundo soplan nuevos vientos de guerra y pocas cosas son las que necesitan los mandamases del planeta para lanzar el desgarrador zarpazo, esta vez por la “liberación” Libia: Un pretexto barato, el acusador dedo índice sobre el mapamundi, el visto bueno de la ONU, (que responde a USA como el trueno al relámpago) inflar pecho con venia patriotera mediante, y el trompetazo de guerra para pasar a la acción. Sin más, así de fácil. Organizan guerras y guerritas como estudiantes arman una quermés en un fin de semana colegial. Días antes del ataque, la archi manipulada prensa internacional prepara el terreno anegando cerebros y convenciéndolos que a quienes atacan son un inminente peligro para la paz mundial y también para su propio pueblo. El mismo verso y la misma y eficiente cantinela de siempre. Una vez hipnotizados los ingenuos ojos del mundo, los rapaces tienen bandera verde para arrasar con la cosecha. El tirano malo malísimo de Saddam Hussein que según el Imperio tenía armas de destrucción masiva listas para usar contra los good boys de Occidente y que sirvió de pretexto para invadir Irak con el único fin de apropiarse de su petróleo, lo único que le encontraron fueron un fusil de asalto de oro macizo, cohetes de utilería, ilusorias bombas atómicas a montones, lúgubres pasadizos secretos, y uno que otro tanque de guerra inflable que servían de señuelo en los interminables desiertos irakies, a quienes los caros y sofisticados misiles americanos los atravesaban como cuchillo a la manteca.
Nadie pone en duda la tiranía de un dictador sangriento como Khadafi, ni apoyo la matanza contra su propio pueblo para seguir erigido en el poder y prendido de la teta que tanto lo enriqueció y beneficios le dio. Yo digo NO A LAS GUERRAS en cualquiera de sus facetas. Es el pueblo Libio quien tiene que resolver sus conflictos, echar camino a rodar y animarse a ser libres, abrazarse sin miedo a la tan ansiada democracia, que dentro de todo es la menos peor de los sistemas de gobierno, sin tener que recibir una “ayuda” para su liberación. Ayuda impuesta que llegó desde los aires a misilazo limpio. Bombardeos que llevaron más muertes, horror y destrucción a la castigada Libia. ¡Linda manera de ayudar!. Y yo pregunto, ¿para cuando la liberación al pueblo palestino? HIPÓCRITAS. Francia dio el puntapié inicial con un cañonazo aéreo, a ellos les siguieron los viejos piratas al servicio de la corona británica, los Tío Sam, la Alemania de Ángela Merkel, que de ángel tiene lo que el diablo tiene de santo, y a la cola la católica España, que viene de atrás recogiendo las migajas que las águilas dejan.
Con este nuevo conflicto orquestado con pitos, bombos y platillos por los grandes tiranos mundiales y héroes de pacotilla, aparte de sacar grandes réditos para sus enjutas economías, sirven también para probar los nuevos chiches bélicos, con aviones que se hacen nudos en los aires de tantas volteretas que dan. Hay que encontrar objetivos reales para probar las nuevas bombas inteligentes, que ya son tan listas que hasta suman, restan, multiplican y dividen. El Imperio necesita incesantemente de raros minerales para la construcción de sus satélites, celulares y bombas inteligentes. Los países a quienes invaden para una heroica liberación, siempre todo lo tienen.
Libia no era prioritaria para Washington, no estaba en sus planes, pero la más zorra entre los zorros, la Secretaria de Estado Hillary Clinton, convenció al timorato de Obama para que llevase a cabo la invasión. Esta es una operación para controlar a futuro los recursos naturales de Libia. No de manera inmediata. Detrás de las bambalinas ya maquillan al nuevo títere para Libia, y los cerebros del pentágono con sorprendente perspicacia dan rienda suelta al dedito travieso que tarde o temprano posará manchado de sangre sobre algún punto del globo, rico por cierto en recursos naturales y pobre muy pobre de gentes y libertades.
A ninguna nación del G-20 se le ocurrió orquestar una liberación en las tierras egipcias ataviadas de pirámides y reliquias de museo, en donde el ex dictador Mubarak, que al igual que en Libia (rica en petróleo y oleoductos, vaya casualidad) reprimió a la población a balazo limpio, sin que a los líderes mundiales se les mueva un pelo para ir en ayuda de los compungidos civiles que a grito pelado pedían ayuda a la comunidad internacional. Santa paciencia tuvieron con el Mubarak, triste y necesario títere a las órdenes del imperio. Ni una sola condena para él. Apenas un tibiecito tirón de orejas como para que el enojado mundo no levante mucho la voz. Están tramando lo mismo con Irán (rica en petróleo, gas natural, carbón, cromo, cobre, mineral de hierro, plomo, manganeso, cinc y sulfuro) tacuchándonos los sesos, ojos y oídos con la perversidad del nuevo Saddam Hussein, Ahmadineyad, el nuevo peligro mundial a los ojos del Imperio. La prensa miente a destajo, está asquerosamente manipulada y ya todo lo hace a uno dudar. A nadie se le ocurrió invadir Egipto, un país lleno de momias y arena, pero los vampiros no comen vidrio, paradójicamente viven de la sangre que derraman, de las tierras que chupan, y del petróleo que absorben con sus afiladísimos colmillos, que siempre están listos para clavarse en quien haya tenido la desgracia de haber nacido con el tan codiciado oro negro, bendito elixir que todo lo puede y que es rey entre los reyes quien lo retiene.

martes, 22 de febrero de 2011

Un mundo ciego, sordo y mudo, pero cuando le conviene, ve, escucha y se hace escuchar

El pueblo Libio en busca de la tan ansiada libertad, en las calles lanza protestas contra Gadafi para que este dimita. El dictador se resiste a dejar el poder y sin misericordia cobardemente desde los aires les reprime con misiles. Los medios entre la balacera informan como pueden. Por las distancias, las noticias se pierden en el camino, las con mejor suerte llegan cansadas y algunas de tanto andar, desfallecen con las botas cambiadas. Ante la desgracia, el mundo silba bajito, mira a un costado, consulta en Wall Street, come hamburguesas Mc y toma bebida cola. Muchos, de las matanzas ni enterados están. Y es porque a nadie le importa la vida de un nadie, de un libio, de un árabe, de los que no tienen piel ni nombre, sino códigos de barra. Los muertos se convierten en números. Ellos no mueren sin identidad; sino que tienen el desgraciado privilegio de nacer, vivir y perecer como NN. Los mandamases del planeta junto a la prensa que responde a sus intereses, en gran medida son responsables de sensibilizar a las personas, y las personas son culpables por comprar sin cribar ni reflexionar lo que ellos les venden. Desde la cuna ellos enseñan a ser sumisos. Los imperialistas no preguntan, imponen, por las buenas o por las malas. Ud. calle, no pregunte y obedezca. Si el paquetito tiene fecha de caducidad, no dude y desconfíe, es made in Imperio. Pase por caja, abone y disfrute, y aunque huela a podrido, trague igual.

lunes, 14 de febrero de 2011

Frases y otros pensamientos..

Nadie nace sabiendo, pero sin saber muchas veces nos vamos. [fanakeres]

A este mundo en silencio vine, y sin hacer ruido yo quiero irme. [fanakeres]

La justicia muda es, y mudos y sin ser escuchados mueren los injustos que la padecen. [fanakeres]

Nada tienen los desprovistos, y todo tienen los ricos a quienes despojan de sus riquezas. [fanakeres]

Hambre tienen quienes el vacío del no comer la panza les aprieta, y aprietan para que no coman quienes vacían sus entrañas para que unos pocos devoren. [fanakeres]

La soledad es la madre de los que nada tienen, y en el olvido terminan los huérfanos que la historia no retiene. [fanakeres]

En este mundo injusto siempre triunfa el hombre de piel bendita, y bajo su sombra siempre termina el osado de piel maldita. [fanakeres]

En una guerra no es héroe el valiente soldado que carga un arma, sino el cobarde que con su pluma decide la vida de los demás. [fanakeres]

El que tiene la osadía de nacer con petróleo bajo sus pies, nace condenado. Condenado a ser perseguido, difamado, humillado, y tarde o temprano invadido y luego pisoteado. El Big foot del Norte no se alimenta de agua nieve, sino de petróleo y no compra armas para defenderse, sino las vende. Tampoco compra ni vende la paz, la negocia. En este mundo rige la ley de la selva, se impone la tiranía de los más fuertes, en analogía al funcionamiento, real o supuesto, del mundo animal. [fanakeres]

El que tiene creencias vive feliz creyendo que partirá a otros mundos, y parte de este mundo sin saber muy bien cual es su rumbo. [fanakeres]

Uno no transita la ruta que creyó elegir, sino la que imponen los poderosos para que ellos no se pierdan en el camino. [fanakeres]

No es escritor el que escribe por escribir, sino el que crea un estilo y el que busca distinguirse de los demás. [fanakeres]

Despierto quisiera escribir, lo que en mis sueños escribo, y despierto quiero soñar, que yo viviré escribiendo. [fanakeres]

Cuando a dormir me voy, con mis sueños desfallecen mis anhelos y en mis sueños busco escribir, lo que despierto no puedo. [fanakeres]

Si deseas prosperar, aprende. Si quieres escalar, emprende, y si a la cima quieres llegar, nunca te desanimes, arremete. [fanakeres]

sábado, 22 de enero de 2011

Poeta apasionado

De mi pluma brotan las poesías,
como del arroyo la vertiente.
Del pájaro nace el canto,
y de recitar yo nunca me canso.
Escribo porque me gusta,
hacerlo me hace feliz.
Yo quiero recitar mis versos,
y que mi canto llegue bien lejos,
que el viento arrastre mis coplas,
y no se queden en la memoria,
que un paisano le ponga notas,
música, pasión y canto,
yo sólo quiero escribir mis versos,
y de recitar yo nunca me canso.

sábado, 15 de enero de 2011

Una princesa en la oscuridad

Un sueño quiero realizar,

a la luna yo deseo llegar.

Quiero estirar mis manos

y las estrellas poder tocar.

Contemplar su cuerpo celeste,

que danza en la inmensidad.

Eres la estrella de la noche,

sos la envidia de los demás.

Tu lindeza no pasa desapercibida,

es imposible tu belleza no poder contemplar.

Luces vulnerable, algo desabrigada estás.

Desnuda abrazas la luz, que te da calor y vivacidad.

El sol ilumina tu rostro,

y bella sobresales,

como una princesa en la oscuridad.

Quiero abrazar tu cuerpo

y darte las gracias por si me muero,

besar tus mejillas deseo,

y decirte lo mucho que te quiero.

Beber de tu lecho y morirme en tu pecho,

es lo que yo quiero.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Un canto a mis sentimientos

Solo quiero recitar mis versos
al compás de mis latidos.
Cantarle a los cuatro vientos
mis sinceros pensamientos.
Soy persona de principios
y con básicos instintos,
que no busca ofender a nadie,
ni ahuyentar al que opina distinto.
Soy de espíritu rebelde,
y de mente muy inquieta,
un indómito y sagaz,
que indaga por naturaleza,
tanto en el cosmos como en la tierra,
buscando sinceras respuestas.
Solo quiero recitar mis versos,
y expresar lo que yo siento,
cantarle a los cuatro vientos,
lo que me dictan mis sentimientos.

sábado, 23 de octubre de 2010

El gran negocio de la guerra

Muchos de los grandes negocios promueven el crimen y del crimen viven nos dice Eduardo Galeano. Nunca hubo tanta concentración de recursos económicos y de conocimientos científicos y tecnológicos dedicados a la producción de muerte. Los países que más armas venden al mundo son los mismos países que tienen a su cargo la paz mundial.
Y continúa: nunca falta guerra o guerrita para que se lleven a la boca los televidentes consumidores de noticias. Pero nunca los informadores informan, ni los comentaristas comentan, nada que pueda ayudar a entender lo que pasa. Para eso, tendrían que empezar por responder a las preguntas más elementales: ¿Quién está traficando con todo este dolor humano? ¿A quién da de ganar esta tragedia? «La cara del verdugo está siempre bien escondida», cantó alguna vez Bob Dylan
De cada diez dólares que el mundo gasta en armamentos, cuatro dólares y medio van a parar a los Estados Unidos. Según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, los mayores vendedores de armas son los Estados Unidos, el Reino Unido, Francia y Rusia. En la lista, algunos lugares más atrás, también figura China. Y estos son, casualmente, los cinco países que tienen derecho de veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. La paz mundial esta en manos de las cinco potencias que explotan el gran negocio de la guerra.
Como antes había ocurrido en la guerra de las islas Malvinas, la invasión de Panamá sirvió para que la aviación militar probara la eficacia de sus nuevos modelos; y la televisión convirtió a la invasión de Irak en una universal vidriera de exhibición de las nuevas armas que se ofrecerían al mercado: vengan a ver las novedades de la muerte en la gran feria de Bagdad.
-Cada vez me gusta más leerlo a Galeano.
Por cada dólar que las Naciones Unidas gastan en sus misiones de paz, el mundo invierte dos mil dólares en gastos de guerra, destinados al sacrificio de seres humanos en cacerías donde el cazador y la presa son de la misma especie, y donde más éxito tiene quien más prójimos mata.
Bien decía don Teodoro Roosevelt que «ningún triunfo pacífico es tan grandioso como el supremo triunfo de las guerras». En 1906, le dieron el Premio Nobel de la Paz […] Como el que le acaban de otorgar a Barack Obama, el epígono de la dinastía Bush, que por sus titánicos esfuerzos por lograr la paz en medio oriente, a fuerza de bala y misil, está terminando en Irak hasta con las ratas.
Hay treinta y cinco mil armas nucleares en el mundo. Los Estados Unidos poseen la mitad, y la otra mitad pertenece a Rusia, y en menor medida, a otras potencias. Los dueños del monopolio nuclear ponen el grito en el cielo cuando India, o Pakistán, o quien sea, realiza el sueño de la explosión propia, y entonces denuncian el peligro que el mundo corre: cada una de esas armas puede matar a varios millones de personas, y unas cuantas bastarían para acabar con la aventura humana en el planeta, y con el planeta también.
Pero las grandes potencias jamás dicen cuándo ha tomado Dios la decisión de otorgarles el monopolio, ni por qué siguen fabricando esas armas. En los años de la guerra fría el armamento nuclear era un peligrosísimo instrumento de intimidación recíproca. Pero ahora, que los Estados Unidos y Rusia andan del brazo, ¿para qué sirven esos inmensos arsenales? ¿Para asustar a quién? ¿A la humanidad entera?
Toda guerra tiene el inconveniente de que exige un enemigo, y de ser posible más de uno. Sin la provocación, amenaza o agresión de uno o varios enemigos, espontáneos o fabricados, la guerra resulta poco convincente, y la oferta de armas puede enfrentar un dramático problema de contracción de la demanda.
Es verdad que la oferta de malos ha caído, pero al sur del mundo sigue habiendo villanos de larga duración. A Fidel Castro, el Pentágono tendría que levantarle un monumento, por sus cuarenta años de abnegada labor. Muammar al-Khaddafi, que había sido un villano bastante cotizado, trabaja poco o nada en la actualidad, pero Saddam Hussein, que fue bueno en los años ochenta, en los noventa pasó a ser malo malísimo, tan malo, que de la noche a la mañana en Irak brotaron como hongos después de la lluvia todo tipo de armas de destrucción masiva, belicoso oasis que solo los ojos y los deseos de los Estados Unidos por invadir Irak fueron capaces de ver.
A principios del 91, otro presidente, George Bush, había advertido que no había por qué ponerse a buscar enemigos en las lejanías siderales. Después de invadir Panamá, y mientras invadía Irak, Bush sentenció: -El mundo es un lugar peligroso.
Yo digo que Osama bin Laden se ha convertido ya en un éxito de taquilla, en una figura súper estelar que brilla con luz propia. Y seguirá brillando hasta que la mega fábrica de guerras americana, que genera conflictos como santos el Vaticano, ponga en escena a un nuevo villano que sea capaz de dejar tanta recaudación en las boleterías, como las riquezas que ellos han usurpado a fuerza de invasiones y cañonazos a no se cuantos países a lo largo y ancho de todo el mundo, que a estas alturas, son ya incontables.

"Los Estados Unidos venden cerca de la mitad de las armas del mundo y compran cerca de la mitad del petróleo que consumen. De las armas y del petróleo dependen, en gran medida, su economía y su estilo de vida".

lunes, 18 de octubre de 2010

El misterioso hombre del puerto

A la vera del mar de Barents, en el turbado puerto de Múrsmank, yacía un pequeño bar en donde bríos pescadores solían reunirse a contar sus historias y anécdotas de viaje.
A pesar del crudo invierno reinante, en el calmo bar de Vladimir, una radio valvular, el buen humor de los pescadores y sus vividas historias le ponían calor y color al gélido ambiente. Pero la presencia de un hombre misterioso pronto iba a cambiar la vida de los pescadores para siempre, y a terminar con la apacibilidad reinante en el bar del puerto.
En una álgida tarde gris, dominada por oscuros nubarrones que anuncian lluvia, en el bar de Vladimir se hizo presente un extraño hombre ataviado con una peculiar vestimenta, como fuera de época.
Su presencia no pasó inadvertida para los pescadores que conocían a todas las personas que solían frecuentar al bar. Conocían cada rincón del sórdido puerto, como así también a todos los habitantes del pueblo.
Todas las miradas se posaban en una sola persona. Todos miraban al extraño hombre que acababa de entrar. Impertérrito, en una pequeña mesa alejada al fondo del bar, el hombre de negro revisaba unos papeles que llevaba en su maletín. A Vladimir le había llamado la atención un extraño objeto del tamaño de un cenicero que emitía pequeños destellos de luces multicolores que el extraño tenía sobre la mesa junto con los papeles. Cuando Vladimir se acercó a él, rápidamente lo ocultó en su maletín. Sin mediar palabras, el viejo cascarrabias de Vladimir le espetó: -Ey, usted, que diablos quiere!-
Parco, con rostro adusto y sin mirarlo éste le contestó: -Tráigame una tasa de café bien caliente, por favor-
Después de haber estudiado de pies a cabeza al extraño hombre de negro, pronto los pescadores entre risotadas, tragos y música se olvidaron de éste.
En un momento determinado, Vladimir cortó en seco el animado ambiente del bar al subir bruscamente el volumen de la radio. Cuando una noticia era anunciada, era costumbre acercarse a la radio para escuchar atentos las noticias provenientes del mundo. Una ávida voz anunciaba: “Mañana partirá la delegación de gimnastas rusos a participar de las Olimpíadas en Helsinki”. Entre vítores y vasos en alto los pescadores les deseaban lo mejor a sus compatriotas.
Repentinamente una voz iba a truncar el festivo ambiente, pero esta vez no sería una nueva noticia proveniente de la radio, sino la del misterioso hombre de negro que a voz viva les espetó: “Ese avión se estrellará mañana en Riga antes de llegar a destino”. Levantó sus cosas, cruzó la puerta y desapareció. Al momento de cruzar la puerta, un fuerte destello de luz acompañó al extraño hombre de negro que había irrumpido repentinamente en el calmo bar de Vladimir.
Los pescadores luego de escucharlo estallaron en risa. Sergey “el tuerto” vociferó: -¡Ese hombre resultó ser un loco!- Elevando aún más las risotadas de sus camaradas.
A la mañana siguiente, los pescadores reunidos en el bar antes de adentrarse en las turbias aguas del Mar de Barents, escucharon una noticia que los iba a dejar perplejos. El avión que llevaba a la delegación de gimnastas rusos se había estrellado en Riga antes de llegar a destino.
El silencio se apoderó del ambiente. Perplejos todos se miraron aturdidos por la tragedia, y no hubo ni uno solo que en ese momento no haya recordado el infausto presagio que les había comunicado el misterioso hombre de negro. El augurio que había sido objeto de risas y de la burla de los pescadores se había hecho realidad.
Dos semanas después de que los navegantes hubiesen regresado triunfantes de la pesca habitual, y con la reciente tragedia aún a flor de piel que enlutó a todo un país, los pescadores se volvieron a reunir en el bar del viejo Vladimir.
Después de una ubérrima pesca, el tema habitual de conversación entre los pescadores que solían ser las aventuras marineras tuvo un brusco giro de timón. Todos hablaban de la tragedia y sobre todo del misterioso hombre de negro. Ya nadie se burlaba de él. Se había ganado el respeto de todos.
Como era habitual en las tertulias del bar, todos los pescadores sentados formaban fila a lo largo la barra. Yuri era el más próximo a la puerta. Cuando se aprestaba a dar un trago de Vodka, el estrépito producto de su vaso que se estrelló contra el piso cortó la quietud dominante. El misterioso hombre de negro se había hecho presente nuevamente. Sus rostros se deformaron. El rudo Vladimir que había participado en la guerra de los Balcanes y que cargaba mil reyertas sobre sus espaldas se amedrantó al verlo entrar. El misterioso hombre de negro con pasos largos se abrió camino entre los absortos pescadores que lo miraban pasmados.
Se volvió a sentar en la misma mesa que había escogido la primera vez.
El silencio en el bar era sublime. Solo se escuchaban los sonidos provenientes del exterior. El estruendo de las olas que golpeaban todo a su paso, el inquieto graznido de las inestables gaviotas, y el fuerte viento que hacían chirriar a las embarcaciones sonaban al unísono.
Vladimir ésta vez tomó coraje para ir hasta su mesa. Se acercó a ella y desde una distancia prudente con sumo respeto le preguntó con vos temblorosa: -¿Qué se va a servir, Señor?- Éste con voz calma le respondió: -Tráigame una tasa de café bien caliente, por favor-
Vladimir raudamente cumplió con la comanda. Dejó el pedido sobre su mesa y con paso corto y apresurado salió disparado hacia la barra.
Nadie se sentía tranquilo con su presencia. Todos murmuraban en voz baja como si estuviesen en una iglesia y no en un bullicioso bar. El misterioso hombre de negro volvió a sacar de su maletín unos papeles variopintos, su extraño objeto y los ubicó cuidadosamente sobre la mesa.
De repente Vladimir irrumpió la calma al subir el volumen de la radio con una nueva noticia que anunciaba: “La gran embarcación Kuznetsov partirá en tres días hacia Sidney en su viaje de bautismo con seiscientas personas a bordo”.
Lenta y disimuladamente todas las cabezas giraron hacia la mesa en donde se encontraba el misterioso hombre de negro. Este ni se inmutó. Absorto revisaba sus ajuares que tenía sobre la mesa. Cuando la calma volvió, repentinamente el misterioso hombre les volvió a espetar: “Si por esas casualidades alguno de ustedes está embarcado en ese viaje, ni se les ocurra subir. La embarcación desaparecerá en las aguas del Océano Pacífico antes de llegar a destino”.
Ninguno se rió esta vez. Dmitry Vasíliev tragó saliva y la ayudó a pasar con un largo trago de vodka.
Afuera el viento había calmado. Ahora en el bar solo se escuchaba suavemente una alegre polka proveniente de la radio valvular.
De repente, el misterioso hombre se levantó abriéndose camino junto a los tiesos pescadores que solo atinaron a mirar al piso cuando este pasó veloz. Al cruzar la puerta, un destello de luz acompañó la figura del extraño hombre.
El 16 de Enero partió hacia Sidney en su viaje de bautismo la embarcación Kuznetsov con seiscientas personas a bordo. Una salvaje tempestad desatada en el Océano Pacífico sepultó a la embarcación en sus gélidas aguas. No hubo sobrevivientes.
La tragedia había vuelto a golpear. El infausto presagio que había vuelto a anunciar el misterioso hombre de negro se había hecho realidad. Los pescadores reunidos en el bar de Vladimir habían perdido la voz. Sus alegres espíritus se habían esfumado de sus cuerpos. Ya nadie quería volverlo a ver. Para ellos su presencia se había convertido en la peor de las maldiciones. En una pesadilla.
Al aire rancio que envuelve a todos los puertos con el hálito característico que desprenden los productos del mar (…) el bar que no era ajeno a ello se le había sumado uno nuevo. Un vaho proveniente de varias tiras de ajos desperdigadas por todo el recinto pasaron a dominar el ambiente. Nuevos santos y crucifijos se habían hecho presente sin previo aviso de la noche a la mañana en el bar de Vladimir. Lejos estaba de parecerse a aquel pintoresco bar del puerto a éste que más ya se parecía a un santuario.
Todos se preguntaban trémulos si ese misterioso hombre de negro se haría presente nuevamente en algún momento.
Un mes después, el tiempo rápidamente había dejado atrás los tristes episodios y ya nadie hablaba del misterioso hombre de negro. Evocarlo era como invocar a un espíritu satánico. Más sueltos y distendidos, los pescadores tenían ya nuevos temas de conversación. Mijaíl Botvínnik se había vuelto a consagrar campeón ruso de ajedrez, y se casaba Tatiana, hija mayor de su compañero Alexey Nóvikov, la violoncellista de la orquesta estable de Bielorusia que vivía en Minsk. “El tuerto” Sergey Ivanov había puesto a entera disposición de su camarada una pequeña embarcación de su propiedad para el traslado de algunos de los invitados para la boda de su hija en caso de ser necesario, mientras que Vladimir Gólubev, Dmitry Vasíliev, Nikolay Morózov y Alexandr “Sasha” Záitsev se habrían ofrecido a ayudar en lo que pudiesen.
Un clima alegre y festivo había vuelto a predominar en el ambiente después de un tiempo. Pero otra vez la paz pronto se iba a ver truncada. Las velas volverían a arder y los ajos y crucifijos saldrían a escena nuevamente.
Esa misma tarde mientras los pescadores bebían y conversaban distendidos y alegres en la barra del bar, el estrepitoso grito del asustado Sasha Záitsev hizo saltar de sus banquetas a todos: “¡Santa María madre de Dios!” vociferó exaltado, mirando con asombro hacia la mesa en donde yacía sentado el misterioso hombre de negro. Nadie lo había visto entrar, pero eso era prácticamente imposible, ya que para llegar en donde se encontraba sentado debía de hacerlo por frente de la barra, único lugar que daba acceso a la parte trasera del bar. Alguno de los siete presentes lo tendría que haber visto pasar, sobre todo Vladimir, que hacía rato estaba apoyado sobre la barra conversando de frente con los pescadores. El misterio que envolvía al hombre de negro había llegado hasta límites insospechados. Bastaba verle los rostros lívidos de todos para darse una idea de lo pálido que estaban. Sin poder de reacción y antes de que pudiesen volver en si, el misterioso hombre de negro salió relampagueante del bar como si hubiese recibido una orden imperante. En el apuro, el misterioso hombre se había dejado el maletín que siempre cargaba consigo. Vladimir se acercó a la mesa en donde había quedado la maleta. Con cierta desconfianza, como si se tratase de un objeto del demonio más que de un mero maletín, Vladimir cogió rápidamente la maleta y como si tuviese un fierro caliente, lo dejó caer sobre una pequeña mesita a la izquierda de la puerta que daba ingreso a la cocina. En ningún momento sintió curiosidad por observar que es lo que tenía dentro. No le interesaba. No quería saber nada con ella ni mucho menos con su misterioso dueño. Vladimir se lamentaba porque sabía que el misterioso hombre de negro iba a tener un motivo para regresar. Cada vez que pasaba cerca la miraba de reojo con cierta desconfianza. Una mañana mientras Vladimir limpiaba el lugar, un malogrado movimiento hizo que se golpease contra la mesa haciendo caer el maletín. Este cayó seco y pesadamente abriéndose en el piso. Un pequeño recorte que parecía ser de un raído diario había quedado con medio cuerpo fuera. Vladimir no sabía como actuar. Sabía que debía levantarlo y poner sus cosas en su lugar, pero el misterio que envolvía todo aquello lo hacía comportarse de una manera sobrecogedora. Sin sacar los ojos de encima de la maleta y con el recorte que yacía en el piso como esperando ser recogido, Vladimir se agachó y sacó con su mano derecha el pequeño papel. Sus ojos se habían posado sobre el margen derecho de la hoja, leyó la fecha: 3 de Abril de 1972. Ese día era el 2 de Abril de 1952. Vladimir entró en shock. Sencillamente no entendía nada. Aturdido bajó aún más la mirada y en el centro del recorte con letras negras un título decía: “Mañana se cumplen 20 años del Tsunami que arrasó con el puerto de Múrmansk”. Luego de leer esto, Vladimir salió del bar llevándose todo por delante. Se dirigió al puerto y una vez que reunió a todos los pescadores, con vos agitada y temblorosa les dijo: “Tenemos que partir de aquí ahora mismo. Mañana moriremos todos”. Los pescadores trataron de calmar al viejo Vladimir pero no hubo caso. Hablaba tan rápidamente que era difícil poder entenderle. Logró serenarse un poco y con voz más pausada les dijo: -Síganme al bar, tengo que mostrarles algo muy importante. ¡Es de vida o muerte!-
Los pescadores siguieron a Vladimir, y cuando fue en busca del maletín para mostrarles lo que había visto, este ya no estaba. Había desaparecido, o bien alguien se lo había llevado.
En ese momento Vladimir creyó haber enloquecido, y los pescadores pensaron lo mismo.
El viejo Vladimir había llevado una vida ardua y nunca había superado los traumas que le habían causado la guerra de los Balcanes.
Sin más remedio, los pescadores habían llegado a la conclusión de que todas esas cosas habrían de terminado por enloquecer a Vladimir.
En la madrugada del lunes del 3 de Abril, un fuerte sismo sacudió toda la costa. Bien temprano en la mañana antes de embarcarse para la pesca, como era habitual los pescadores se habían reunido en el bar. El tema de conversación, el fuerte sismo que los había lanzado de la cama.
Cuando los pescadores se aprestaban para salir del bar rumbo a la embarcación que los llevaría a adentrarse en las turbias aguas del mar de Barents, una infausta voz seguida de un destello de luz proveniente del fondo del bar les dijo: “lo siento muchachos, esta vez no pude hacer nada”. Al oír la voz del misterioso hombre de negro, Vladimir cayó seco sobre el piso antes de rebotar contra la barra. El miedo se había apoderado nuevamente de todos. Los pescadores lograron reanimar a Vladimir y luego de un corto lapso de tiempo, despavorido les preguntó si podía acompañarlos en la embarcación. Los pescadores no vieron inconveniente alguno y pronto se adentraron en las álgidas aguas del mar de Barents. Una vez llegado a destino, antes de que tirasen las redes, una gran hola que se dirigía al puerto pasó por debajo de la embarcación elevándolos unos metros. De regreso luego de una infructífera pesca, con la compañía de las gaviotas que con su presencia avisaban que ya estaban llegando a tierra firme, los pescadores en su regreso no lograban divisar el puerto. Veían el faro, pero no así el puerto. Al acercarse unas millas más lo único que lograron ver eran las embarcaciones apiladas unas arriba de otras sobre la parte alta del pueblo, y miles y miles de restos de todo tipo flotando sobre las aguas en retroceso. Horas después de que los pescadores habían partido, una gigantesca pared de agua de unos once metros de alto había arrasado con todo a su paso. Una vez más el aciago pronóstico que les había anunciado el misterioso hombre de negro se había hecho realidad, pero esta vez ellos habían logrado llegar a destino sanos y a salvo.

Se rumorea que el misterioso hombre de negro fue visto por última vez el 10 de Septiembre del 2001 en el World Trade Center de Nueva York, lugar donde se cree que trabajaba secretamente. Hasta el día de hoy su paradero y su profesión siguen siendo un misterio.