martes, 9 de agosto de 2011

Cuando tú te haces desear, chirusa!


Estabas allí, parada, rebelde, indómita y sola ya cuando la resabiada noche se moría sin luna y embriagada de anécdotas ya. Tus dorados cabellos llovidos sobre tus hombros, mirada adusta, ojos sin rostro, un brazo apilado sobre el otro. Entre muchos esperando a alguien o a nadie. Sosegado pasé la puerta. Atrás quedaste tú, sin destino yo. Nos fuimos los dos, se fueron todos. El alba bañaba las nubes de tenue luz, presagiando un nuevo día. El mundo gira y gira, la vida es corta, se nos va..

1 comentario:

  1. Lastima que este hermoso cumplido y deseo fue a parar a una persona en cautiverio mental.

    Les gusta la atencion. Tmb. la indiferencia.. Que cerebrito de moscas son este Tipo de minas.
    Y como las hay.!!!!

    ResponderEliminar