lunes, 15 de febrero de 2010

La rebelión de las mujeres


A pesar del notable avance en los últimos siglos en todas las áreas de las ciencias, y adentrados ya en el siglo XXI, la comunidad científica no ha podido develar muchos interrogantes sobre la evolución de nuestra especie que siguen siendo aún un misterio. Todavía no sabemos por ejemplo por que nuestro cuerpo posee dos riñones en vez de uno, y por que no se ha dado ese mismo proceso evolutivo en los otros análogos. Recordemos que nuestro organismo no se vería alterado con la ausencia de uno de ellos (riñón) y su funcionamiento seguiría siendo óptimo. Las uñas que actualmente poseemos, les pudo haber sido de gran utilidad a nuestros parientes más lejanos, y les habría ayudado a poder trepar los árboles para escapar de los depredadores, o bien quizás para buscar frutos que puedan haber quedado atrapados bajo la tierra. Hoy en día las uñas no nos son imprescindibles, pero a pesar de ello la seguimos poseyendo. ¿Por que, para que? Incluso las tetillas en los hombres no cumplen ninguna función específica ni de relevancia. Veamos el “clítoris” en la mujer, y he aquí el quid de la cuestión, je. Es la única en todo el reino animal que la posee, (¿capricho de la selección natural?) y su única función es el de darles placer. Este es otro extraño proceso evolutivo aún sin respuestas, y creo que dicho proceso salió en claro beneficio del hombre y veamos por que. Como bien sabemos, los mamíferos son seres dominantes, y nosotros los homo sapiens no estamos exentos a ello. El hombre ha adquirido una contextura física mayor al de la mujer, y eso lo ha convertido en un claro dominador en nuestra especie. (Eso no quita que hayan mandarinas y dominados, y yo particularmente conozco a varios) No digo más inteligente ni capaz, ya que ambos lo somos por igual; a pesar de que el cerebro del hombre es más pesado que el de la mujer en unos 130 grs. (sic)
Un viejo y sabio refrán dice que “un pelo de cachucha tira más que un mechón de bueyes” y cuanta verdad hay en ello. La pavita es una eficaz arma de doble propósito que tiene la mujer para poner de rodillas al ingenuo, calentón por naturaleza y engreído varón. Ardid que con el tiempo han aprendido a dominar a la perfección y usar a voluntad, sin olvidar que su función intrínseca no deja de ser que la de engendrar vida. La pavita es la gran debilidad del hombre. Causa en el un cierto efecto kryptonita, capaz de socavar los cimientos en los machos más bríos y de poner genuflexo al más “duro” entre los duros [...] Deseado botín que con todo le puede. Inmaculado tesoro y pináculo de la creación.
Quien sabe, si en un futuro contingente la mujer con la evolución lograría desprenderse del clítoris, no tengo dudas de que pasará a agarrar el sartén por el mango y al hombre por las bolas. ¿Sexo débil? ¡De acá!

1 comentario:

  1. Amigo, lo del clítoris es una involucion (gracias a Dios!).Vendría a ser un pene tan chiquito que se convirtio en "penita"

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