Al pie de ese frondoso arbusto improvisaría la cama, atada a las ramas o sujeta al suelo.
Espanto mosquitos de palabra, atrapo el calor de mi cuerpo con alguna manta y me aventuro en ese atrapante e infinito cielo hasta que me case el sueño. Una y otra vez. Que feliz sería en un lugar así.
Bienvenidos. En este blog plasmo mis pensamientos sin misericordia. Como escritor soy como Eber Ludueña para el fútbol, un rompe huesos. Soy frontal, irónico, ácido, procaz y mordaz. Este escritor accidental se define humildemente como un rebelde natural, polemista apasionado, un redactor asesino, desdibujante de las letras y un deconstructor literario. Pacifista comprometido y mercenario literato. Me divierto de mis ocurrencias y me burlo de mi mismo.