jueves, 12 de noviembre de 2009

Santos pedidos


Tras las puertas del convento,
reina la paz y el silencio.
Genuflexo frente al Cristo, el Padre hipócrita
reza con vehemencia y pide por más opulencia.
Suplica por más limosnas porque la guita no le alcanza,
y anhela cambiar la Renoleta por Toyota,
los oropeles por alhajas, el Casio por Rolex,
la Grafa por Armani, la revista Cara por Penthouse,
el Camaleón por Prime, las ortigas por el viagra
y el muy exigente…
¡¡hasta la monja por Pampita!!
Implora por la chata Sor Teresa,
a ver si algún milagro la endereza,
porque a la pobre
no le quedan ni las tetas,
y por su traste macilento,
al el cura el onanismo…ya lo deja sin aliento.
Los años no vienen solos y el tiempo todo lo deteriora,
la gravedad hace su trabajo,
y su pájaro vuela cada vez más bajo.
No le pide ser Mandingo, sólo pide que su bicho,
no se le muera en el nicho.
En el ático de la Iglesia, no hay cumpleaños ni festejos,
ni piñatas ni serpentinas, pero en plena alharaca
¡¡no faltan las matracas!!
En la oscura noche, el Padre saca la mecha,
Sor Teresa le enciende la vela,
¡¡Ohhh se hizo la luz!!
Él le sube la tela,
y descubre la cara de Cristo
¡¡Ohhh milagro milagro!!
Un pedido le fue concedido
y en medio de pleno revuelo,
enlazado con su paloma
su pájaro por fin
pudo levantar vuelo.